- publicado el 24 de enero de 2023
5 minutos de lectura
Dolor de pechos, irritación... ¿De dónde viene y cómo aliviar estas molestias durante la lactancia?
Dar el pecho es una experiencia mágica para compartir con tu bebé que durará toda la vida, pero también puede acarrear algunas complicaciones: dolor, picor, irritación... Si este es tu caso, no dejes que el dolor se apodere de ti porque dar el pecho, cuando se hace correctamente, no debe doler. Descubre aquí los diferentes obstáculos que puedes encontrar durante la lactancia y, sobre todo, cómo tratarlos.
1. ¿Cómo tratar las grietas?
Una grieta es una lesión en el pezón, una fisura o incluso una herida sangrante cuando se encuentra en una fase avanzada. En la mayoría de las madres lactantes, las grietas se deben a una mala posición del bebé o a una succión ineficaz por parte de éste.
Para comprobar que estás en la posición correcta, debes asegurarte de que la barriguita de tu bebé está junto a la tuya y de que su cuerpo (orejas, hombros y caderas) está alineado. Su boca debe estar abierta y debe rodear el pezón y parte de la areola. Para evitar grietas, prueba diferentes posiciones y elige la que te parezca más adecuada. En la mayoría de los casos, no deberían reaparecer.
Existen diferentes soluciones para tratar las grietas:
- Unta unas gotas de tu leche materna en el pezón después de amamantar para acelerar la curación
- Aplica crema de lanolina para hidratar tus pezones
- Utilizar conchas de lactancia o copas de plata para mantener la humedad alrededor de la herida irritada
- Aplicar compresas de hidrogel para aliviar el dolor.
Para saber más sobre las grietas, hemos escrito un artículo completo aquí.
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2. ¿Cómo desbloquear un conducto lácteo obstruido?
Si notas un bulto doloroso o caliente en el pecho o una bolita blanca en la punta del pezón, probablemente tengas un conducto galactóforo obstruido.
¿Qué es un conducto lácteo obstruido? Un conducto galactóforo obstruido es una obstrucción que se produce en una zona específica del pecho y que impide que la leche drene y salga correctamente. Una vez más, la succión del bebé puede ser la causa: si el bebé no succiona bien, es posible que tus pechos no drenen correctamente y que el conducto galactóforo se obstruya.
¿Cómo desatascar un conducto galactóforo? :
- Primero debes asegurarte de vaciar el pecho afectado dándoselo al bebé en cada toma mientras masajeas la zona. Por supuesto, asegúrate de que ambos pechos se drenan al mismo ritmo para que no se produzca una segunda congestión. También puedes terminar la toma extrayéndote la leche manualmente para asegurarte de que el pecho se vacía.
- El calor también ayuda: aplica compresas calientes, un guante caliente o un chorro de agua caliente en el pecho dolorido antes de dar el pecho para aliviarlo y favorecer la subida de la leche.
- Los pechos no deben comprimirse con un sujetador ajustado.
Si el bulto no desaparece al cabo de 24/48 horas y los síntomas empeoran, debes consultar a tu médico, ya que también puede tratarse de una mastitis.
3. ¿Cómo tratar la mastitis?
Los síntomas de la mastitis son muy similares a los de un conducto galactóforo obstruido, ya que la mastitis se produce cuando el conducto no se desobstruye a tiempo. Si tienes el pecho rojo y dolorido y presentas síntomas parecidos a los de la gripe (fiebre, dolor en las articulaciones, sensación de calor y luego de frío...), es posible que tengas mastitis, que es una inflamación del tejido mamario.
En este caso, se debe consultar a un médico para determinar si se trata de una mastitis infecciosa o no infecciosa. Si se trata de una mastitis infecciosa, te administrarán antibióticos (compatibles con la lactancia materna).
Si se trata de una mastitis no infecciosa, siga los consejos anteriores para un conducto galactóforo obstruido. Su médico también puede recetarle un antiinflamatorio como el ibuprofeno.
4. ¿Cómo tratar la candidiasis mamaria?
La candidiasis mamaria es una infección causada por el hongo Candida Albicans. Este hongo siempre ha estado presente en nuestra piel o mucosas, pero cuando se produce un desequilibrio inmunitario u hormonal, el hongo puede desarrollarse de forma anormal y convertirse en patógeno.
Si te duelen los pezones, te arden y te pican, si tu bebé parece mamar eficazmente y el dolor no remite y persiste incluso después de las tomas, es posible que tengas una infección mamaria. Esta infección también se denomina candidiasis bucal porque pueden aparecer manchas blancas en la boca del bebé o en las mejillas o el culito.
La candidiasis mamaria debe tratarse simultáneamente en la madre y el niño con una crema antifúngica aplicada en los pechos y en el interior de la boca del bebé después de cada toma. La madre también debe cuidar su higiene: lavarse las manos con regularidad y desinfectar todo lo que haya estado en contacto con sus pechos y la boca del bebé (discos absorbentes, ropa, tetina, sacaleches, mordedor, etc.). Debe dejar que sus pechos se sequen lo más posible después de amamantar, ya que este hongo prolifera en ambientes cálidos, húmedos y oscuros.
Afortunadamente, estos inconvenientes no son sistemáticos, pero creemos que es interesante que los conozca para que pueda reconocerlos si aparecen...
Además, será muy útil el contacto de una matrona formada en lactancia o de una asesora de lactancia. Por eso te aconsejamos que conozcas a uno de ellos cuando estés embarazada, ya que serán tu apoyo y tu relevo en caso de problema.